En el mundo legal, existen dos tipos de contratos que se utilizan para formalizar acuerdos entre dos o más partes: los contratos contractuales y los extracontractuales.
Un contrato contractual es aquel que se establece entre dos partes de forma voluntaria y se basa en un acuerdo previo. Este tipo de contrato se utiliza para definir los términos y condiciones de una relación comercial o laboral, y se establece por medio de un documento escrito que ambas partes firman. El contrato contractual establece claramente las obligaciones, responsabilidades y derechos de cada una de las partes, y su incumplimiento puede llevar a consecuencias legales.
Por otro lado, un contrato extracontractual es un acuerdo que se establece sin previo acuerdo formal. Este tipo de contrato se produce cuando una de las partes realiza una acción que causa daño a la otra parte. Por ejemplo, si alguien sufre lesiones en un accidente de tráfico causado por otro conductor, puede demandar al conductor y establecer un acuerdo extracontractual para compensar los daños sufridos.
A diferencia del contrato contractual, el contrato extracontractual se basa en la obligación legal de las partes y no en un acuerdo previo entre ellas. En este tipo de contrato, la parte que causó el daño tiene la responsabilidad de compensar a la otra parte de manera justa.
En conclusión, los contratos contractuales y extracontractuales son dos tipos de acuerdos legales utilizados en el mundo empresarial y legal. Mientras que el contrato contractual se basa en un acuerdo previo entre dos partes, el contrato extracontractual se establece por medio de una obligación legal y se produce cuando una parte causa un daño a la otra. En ambos casos, es importante que se sigan los términos y condiciones establecidos en el contrato para evitar problemas legales y económicos.
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